Mostrando entradas con la etiqueta walking... Life is beautiful. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta walking... Life is beautiful. Mostrar todas las entradas

martes, 5 de febrero de 2013

Estoy esperanzado

Estamos a mitad de camino pero lloro y pido un deseo, todavía tal vez pueda encontrarte. No me alejo de mi desesperado placer, el seguimiento arduo de mi esperanza. Mi corazonada enceguece, las nubes protestan otra vez y no me dan ninguna esperanza; sé que mi optimismo tal vez madure, pero ahora lo importante es encontrarte. Sabía lo oportuno que caerías, te esperé sentado en un banco un par de días, pero no hallé respuesta alguna. Incontrolable el deseo que penetra adentro mío, incalculable la sangre que proponía mi fracaso. "Espero que no se haya olvidado de mí" pensaba y pienso, "...aunque nunca fuimos nada". Entonces mi optimismo estaba en cero, justamente en cero, estaba frenado, ni bueno ni malo. Y lo seguirá estando, espero alguna señal que haga que mi esperanza crezca, hasta que no estés bajo mis brazos, hasta que una estrella me ilumine y me explique qué debo hacer. ¿Pero nunca hallaré la respuesta?, ¿Alguna vez encontraré tu huella?. Las preguntas me giran en la cabeza, pero yo seguiré esperanzado, seguiré deseándote, amándote... Esperando por vos... 

A lo lejos


Pero no encuentro ya razón
una triste comparación
el recuerdo de los dos
que a lo lejos dice adiós

Ya de día está tranquilo
pero el martes por el Nilo
paso y veo algún navío
ese que todavía extraño

Ya te veo en otras manos
en otros brazos y así lloro
pero nunca te contemplo
sin desesperar mas puedo
recordar sí tus sollozos

miércoles, 30 de enero de 2013

Todo va a salir bien

La posibilidad de triunfar en la vida es baja ¿No? Y no necesariamente en este momento estoy encarcelado en un extraño pesimismo; de hecho soy bastante optimista y, espero mis actos lo reflejen. Pero no empecé a escribir esta carta para hablar del optimismo, y mucho menos del pesimismo. Escribiré sobre un tema bastante similar (bajo mi punto de vista). Hablaré de la victoria y la derrota.
¿Qué es esto? Nunca pensaron en... Bueno! En fin! Piensen ahora... ¡Un mazo de cartas enfrente nuestro! estamos en un agobiante pero más adelante tal vez "divertido" aburrimiento cuando nos pasa lo siguiente: Tomaremos la primera carta, ¿Cuál será? Lo pensaríamos un instante antes de verla. Obviamente, podremos saberla si tenemos una persona adelante como espectadora y usamos nuestros ágiles dedos para despistarlo/a, producto de un entrenamiento moderado, para que quede en el tope del mazo. Pero no hablemos de trucos de magia ni de nada por el estilo, ya que sólo estaremos sorprendiendo a la otra persona, y si bien esto es gratificante, ahora nos centraremos en otro punto. Hablemos de algo más profundo. ¿Es lógico no? - ¿Qué cosa? - que tengamos pocas posibilidades para encontrar arriba del mazo la carta que deseamos. Pero esto, además de ser un concepto matemático, es una metáfora que termina en un concepto más relevante, el cual será explicado más adelante.

Dar vuelta una carta esperando que sea la nuestra es complicado, muy complicado. Si! Verdaderamente complicado, como encontrar la manera de triunfar en la vida (Y acá la comparación).
Si optamos por quedarnos atascados en la vida, sin luchar por lo que queremos (Y no hablo políticamente, convirtiéndome así en un rebelde = de izquierda, pero sí me expreso emocionalmente y dentro de lo limitado y legítimo), nos veremos en este embrollo, un mazo de naipes en el medio de la mesa sin tener idea de cuál es la carta que está arriba de todo, y cuando la damos vuelta sólo tendremos el 2% de posibilidad de acertar (esto si es mazo de 50).
Por el contrario, si luchamos por nuestros objetivos, sin perjudicar la libertad del otro, cada vez tendremos menos cartas, el mazo se achica y la posibilidad de obtener nuestra carta es más alta (25 cartas, 20, 10, 5, por ejemplo) 
Y cuando estemos a un solo paso de triunfar, ni siquiera hablo de dos cartas, nuestra carta estará rota y visiblemente arruinada, la buscaremos con las cartas invertidas, la encontraremos y ganaremos.


La derrota siempre está atenta
pero podremos precipitarnos
es inteligente, es muy cauta
pero la decisión es la nuestra

martes, 29 de enero de 2013

ENVIDO!! - FLOR!! - DAMN IT!!

Mi inocencia fue persuadida antes de los 9 años, cuando me enseñaron a jugar al truco. El mentir se me dio para este juego, pero aprendí la cuestión de la vida (No el truco!, sino la verdad). Muy complicado y lleva tiempo decir siempre la verdad, pero aunque sea cuestión de tiempo siempre será posible hacerlo. Pero es algo amistoso, quien no miente se siente bien, conforme consigo mismo, se siente libre y sus culpas se convierten en obsoletas. Una historia poco cierta se convirtió en falsa, producto de la mentira de la persona, ésta a su vez se siente mal, indefensa, le falta algo, algo sumamente importante, la confianza. Pero siempre la nitidez con que el mentiroso pronuncia sus palabras se llena de vigor con el tiempo, endurece y madura. Asimismo el oyente trata de creer pero crece en la desconfianza, no cree en un primer momento.
"Gracias por mentirme, me siento más seguro
Gracias por golpearme, me siento más fuerte
Gracias por engañarme, soy más inteligente"
 Quien lo conoce, ignorándolo piensa: "Es mentiroso" y quien no lo conoce se decepciona y probablemente se aleje rápido.
Si yo fuera mentiroso, y ya creo que algo soy (En lo posible lo evito, en lo posible trato de no mentir, pero enfrentándome y estando entre la espada y la pared, miento, y me arrepiento de ello)
Ahora olvidemos toda clase de modestia: "Siendo mentiroso, aprendía una cosa, aprendí a sufrir cuando mentía, aprendí a mirar para atrás y remediar el error, trato de purificar cada una de esas pocas basuras y convertirme en un hombre honesto"

No les parece que el mentiroso mira a la persona oyente y descifra: ¿Me creyó? ¿Lo hizo? y yo le mentí, me siento bajoneado
¿No me creyó? ¿Habrá perdido mi confianza?

Vale destacar que ningún virus de honestidad romperá vuestra desconfianza en mí, jugando al truco.

pero el esfuerzo es valioso

A veces pienso, en lo que de veras me concierne; a veces pienso, y me hago drama por eso. Y entonces entiendo, lo que antes no había entendido y respiro nuevamente y vuelvo a respirar. Los verbos que uso son cotidianos ¿no? Bueno, ¡en este caso no! Pienso profundamente, y la pregunta "¿Por qué?" me vibra en la cabeza, no la puedo tachar, no la puedo borrar. La idea que me hice alguna vez se convierte en importante, en fastidiosa y repetitiva. Aunque no parezca posible la trato de derribar y no puedo, la trato de apartar y regresa. En este momento actúo con frenesí, si alguien hace apenas una breve mención, ¡No lo soportaré! ¡No lo puedo soportar!. ¡Ideas! ¡Ideas! ¡No más que ideas! Resurgen en mi cerebro, y se convierten en un extraño delirio que jamás apareció. 
Y en esta triste historia, en este simple momento, sobre esta colosal mentira e idealismo. ¡Con este final! ¡Producto del eufemismo que apareció cuando mi mente comenzó! En este momento aparece tu persona, tu semblante, tu paciencia. Y no dejo de pensar en vos, pero es algo bueno, que me hace bien, que me hace estar vivo. ¿Dónde te encontraré? Todavía no sé, me gustaría saberlo, ya le pediré al Señor, necesito de alguien, necesito de vos. Aunque apenas respiro, estoy herido, pero esperanzado, seguiré pensando en vos, rezando, y lógicamente me gustaría alguna vez poder sanar mis heridas.