domingo, 27 de abril de 2014

Con ese tono tan sentimental

Escribir arruina. Arruina el yo soy y arruina el tu eras. Arruina y estropea todo buen humor, a no ser que el término literatura pueda llegar a aludir a algo optimista, ni siquiera lo dudo sino que estoy convencido que para escribir debe haber previamente un sufrimiento, por lo tanto la mentalidad del escritor debe ser, en su defecto, pesimista. Porque si la literatura proviene de un buen pensamiento, queda incompleta, algo falta, no está bien escrito, le falta emoción, le falta arte, le falta sal. Algo. No sé escribir, por lo tanto, por lo tanto soy optimista (y otra multiplicación de lo tanto por tercera vez no estaría mal).

No sonrías, mientras escribas no. Y ese es el lema de los escritores, porque sino pierden. Se arruinan, se arruinan, porque la mejor literatura es con ese tono pesimista tan sentimental.

lunes, 14 de abril de 2014

Algo falta

Obviamente no me había olvidado de guardar ese olor en la memoria, aunque ciertamente me hubiera gustado más haberle sacado una foto. Ese olor a viento que nunca se olvida, que en lo posible no se elige eludir (porque tarde o temprano sería dañino para la salud el sólo pensar en haberle dicho que no). Y era el extraño aunque apacible olor a viento, pero esta vez con gotas de agua, con humedad, con olorcito a mar. Y rico, muy rico. Creo que produce felicidad, y el silencio: tiene que haber silencio para que sea una combinación perfecta. El perfecto silencio y la no compañía que hacen más apacible todavía esa vista al mar. El sentir el viento fuerte y la proximidad del océano, y ver las olas, o no verlas, o verlas con los ojos cerrados, o admirarlas. Hace bien, sonrío y me deja pensar. Me abrazo al mar y busco en mi corta memoria frases, poesías con llanto sobre este mundo tan querido. O tal vez Alfonsina. O tal vez algún yo, ahí, algo apático, algo insensible: con un sentimiento a vacío. Y mejor si llueve, mucho mejor. Si hay tormenta, elijo no estar adentro, en el barco, casi que sufro si no toco el agua. Y estar afuera, sentado, mojado, sentado sobre la barandilla que sirve de protección. Not at this moment. Y no sentir la adrenalina, sólo disfrutar: del viento, del no frío. Del estar esperando, te. De no dejarte pasar frío. De protegerte, de amarte. Porque algo falta.