miércoles, 30 de enero de 2013

Todo va a salir bien

La posibilidad de triunfar en la vida es baja ¿No? Y no necesariamente en este momento estoy encarcelado en un extraño pesimismo; de hecho soy bastante optimista y, espero mis actos lo reflejen. Pero no empecé a escribir esta carta para hablar del optimismo, y mucho menos del pesimismo. Escribiré sobre un tema bastante similar (bajo mi punto de vista). Hablaré de la victoria y la derrota.
¿Qué es esto? Nunca pensaron en... Bueno! En fin! Piensen ahora... ¡Un mazo de cartas enfrente nuestro! estamos en un agobiante pero más adelante tal vez "divertido" aburrimiento cuando nos pasa lo siguiente: Tomaremos la primera carta, ¿Cuál será? Lo pensaríamos un instante antes de verla. Obviamente, podremos saberla si tenemos una persona adelante como espectadora y usamos nuestros ágiles dedos para despistarlo/a, producto de un entrenamiento moderado, para que quede en el tope del mazo. Pero no hablemos de trucos de magia ni de nada por el estilo, ya que sólo estaremos sorprendiendo a la otra persona, y si bien esto es gratificante, ahora nos centraremos en otro punto. Hablemos de algo más profundo. ¿Es lógico no? - ¿Qué cosa? - que tengamos pocas posibilidades para encontrar arriba del mazo la carta que deseamos. Pero esto, además de ser un concepto matemático, es una metáfora que termina en un concepto más relevante, el cual será explicado más adelante.

Dar vuelta una carta esperando que sea la nuestra es complicado, muy complicado. Si! Verdaderamente complicado, como encontrar la manera de triunfar en la vida (Y acá la comparación).
Si optamos por quedarnos atascados en la vida, sin luchar por lo que queremos (Y no hablo políticamente, convirtiéndome así en un rebelde = de izquierda, pero sí me expreso emocionalmente y dentro de lo limitado y legítimo), nos veremos en este embrollo, un mazo de naipes en el medio de la mesa sin tener idea de cuál es la carta que está arriba de todo, y cuando la damos vuelta sólo tendremos el 2% de posibilidad de acertar (esto si es mazo de 50).
Por el contrario, si luchamos por nuestros objetivos, sin perjudicar la libertad del otro, cada vez tendremos menos cartas, el mazo se achica y la posibilidad de obtener nuestra carta es más alta (25 cartas, 20, 10, 5, por ejemplo) 
Y cuando estemos a un solo paso de triunfar, ni siquiera hablo de dos cartas, nuestra carta estará rota y visiblemente arruinada, la buscaremos con las cartas invertidas, la encontraremos y ganaremos.


La derrota siempre está atenta
pero podremos precipitarnos
es inteligente, es muy cauta
pero la decisión es la nuestra

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