Mostrando entradas con la etiqueta walking... Life is beautiful. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta walking... Life is beautiful. Mostrar todas las entradas

viernes, 28 de febrero de 2014

I'm free

Me gustaba sentir la brisa y escuchar los aullidos del viento que tapaba mis oídos. Me gustaba contemplar ese paisaje que escupía palabras de aliento y ver a lo lejos ese pasto verdoso que refleja esperanza. Me gustaba reír con fuerza haciendo que mi panza me deteste por risueño. Me encantaba sentir y no pensar, me encantaba amar y no entender. Me encantaba.


Ahora no lo siento, no tengo nada: perdí todo. Estoy como un preso del océano, un náufrago, que es llevado por la corriente y ya abandona la tarea que todos tenemos como instinto: luchar por la vida. Ahora soy como un péndulo, una hamaca que solamente conoce los puntos de extrema felicidad e inestabilidad. Soy una brújula rota.

Pero me salvarás y entenderé todo. Cuando llegue a ese punto de inflexión donde tenga que decidir. Si seguirte o si perderme por completo.

sábado, 22 de febrero de 2014

Otra vez escribiendo de vuelta

Señal de fuego y espada
tuve mucho miedo, por cierto
soñé que estaba despierto
y que moría sin ver

Para qué seguir soñando
si mi sueño va dejando
que una muchacha tan bella
me esté matando otra vez


Supongo que querés saber cómo me fue, qué fue de mí todos estos años, dónde me hospedé, CÓMO SIGUIÓ MI VIDA. Supongo que querés leer algo más que simplemente un texto o poesía inentendible. Hasta querrás saber dónde abandoné aquellos sueños de pequeño, cómo crecí, cómo cambié durante estos 4 AÑOS.

Para ir acortando, te digo: NO CAMBIÉ, NO TERMINÉ DE SOÑAR EN ESE PARAÍSO TAN MAGNÍFICO QUE TERMINARÍA RESULTANDO IMPOSIBLE DE VIVIR. Esta vez no cambié, tenía miedo de salir de mi zona mental de comodidad, de seguridad (aunque mala). Tenía miedo de correr, elegir ese otro camino que tanto me habían aconsejado. Tuve miedo de avanzar, me aterraba sólo pensar en crecer.
También tengo miedo de desilusionarte, pero tengo que hacerlo. Y tuve miedo de reír, porque sólo ríen los que saborean su buen augurio. Yo no soy tan afortunado.

Pero reí, al fin pude dejar escapar esa sonrisa que tanto necesitaba. Al fin mi sonrisa salió con esa fuerza que desploma hasta el pensamiento más acentuado; hasta esa idea loca de que río para equilibrar mi tristeza.

¡Sí!, estoy muy feliz, y espero que esta noticia le agrade también a esa no maldita persona que no deja de leerme con rencor. Y a esa otra que sólo se siente bien si yo estoy un poco mal. Hablo de aquellos niños traviesos: el orgullo y la vanidad.


                          El destino despidió
no con un tono severo
a esa mujer que yo espero
vuelva a mirarme otra vez 

Pero el futuro chocó
con mi deseo más fuerte
con mi anhelo más buscado
un amor ya olvidado:
esa huella que se fue

Si eligiera el viento cambiase
de dirección alguna, 
espero entonces algún día
que de mí no se marchase

jueves, 20 de febrero de 2014

Sam thinks els

12 horas más y dar vuelta la página sería absurdo. ¿Por qué lo haría después si estando acá mismo (con la compañía de mi amigo presente) no me animo ni siquiera a cambiar de idea, aún sabiendo cuánto sufro yendo por este camino. Estoy envolviendo una taza de café y me quemo, tal vez con esa mismísima valentía, la que pasaba mi brazo por detrás de tu espalda. Tal vez con esa idea de que todo terminaría pronto, y te vería llorar en sueños suplicando al pretérito pasado que te devuelva lo que acabás de perder. Y me quemo, pero así pienso mejor, debe ser porque la sangre corre más rápido, no sé. Pienso que ni siquiera debías haberme insultado, si ahora (después de tanto protestar), estás tendida en tu cama con ese aliento de te extraño. Lloraste, pero no lloré, supe que verte así como estás ahora sería mi ruina; pero lo elegí y me hago cargo.

Quise sentirme bien por un minuto viéndote sufrir, como también me puse contento en ese instante que desaparecías (y me alegré porque pude verte, aunque sea por un instante, aunque sea por un instantésimo de segundo). Y lo logré, me sentí bien, vi tu cara en esa foto y me alegré de maldad. Porque todo lo que el hombre intenta, lo logra. Ahora no vas a leer que me siento mal, ahora no vas a leer lo que venís olfateando desde que abriste esta página; ya no. 
El pasado es pasado, el presente está en curso, y el futuro...

...me sigue preguntando por qué te conocí y sufrí tanto, si él mismo me preparó algo mejor, algo hermoso.

ALGO SENSACIONAL

martes, 18 de febrero de 2014

I felt free

Estaba en lo alto del camino, estaba en lo alto de la aventura. Recién cuando llegué al tercer mirador me di cuenta que había subido solo, que había caminado completamente solo (o por lo menos sin compañía conocida). Me senté a apreciar el aparentemente apacible paisaje. Pero quería seguir subiendo, nunca me conformaba. Noté que la gente se quedaba en ese lugar, que no estaba dispuesta a continuar caminando y cansando (como ellos decían) las rodillas. Escuché que querían bajar. Unos por falta de entusiasmo, otros porque tenían hijos de cuatro o cinco años que a la larga "estorbarían" la caminata. Otros tal vez por cansancio, incluso por hambre. Yo, en cambio, era fuerte (me repetía a mí mismo), y seguí. NADIE había seguido conmigo (nadie ni siquiera como compañero de viaje, no tenía por qué conversar). Pero era uno de esos momentos en que uno más bien busca la soledad para pensar. Con esa reciente idea en mi cabeza volví a mirar hacia abajo y me sentí feliz de continuar. Ni me acuerdo qué sentí, tal vez alegría, tal vez placer; o tal vez esa mezcla rara de orgullo y narcisismo que uno siente por "ganarle" al resto (hasta evitando pensar que los otros también podrían haber continuado, pero en definitiva sabiendo que todo se hizo para satisfacer al temerario orgullo interior).

Y pensé muchas cosas, aunque nada nuevo. Seguí caminando con ese líquido en mi cara que me pertenece. Ahora lo único que escuchaba eran mis propias pisadas sobre esas piedras que no terminaban de romperse. Ya no sentía ni dolor ni ausencia de nadie, ya no me sentía solo. Alguien me estaba llamando, alguien me estaba llamando nuevamente. No lo había escuchado hasta ese momento, no había tenido ni siquiera la amabilidad de darme la vuelta. Me había seguido todo el camino, era un fiel amigo que nunca falla. Recién ahí (precisamente) lo empecé a escuchar, o por lo menos lo empecé a no ignorar
Al principio le pregunté qué quería, no quería su compañía: me quería sentir independiente. Hasta creo que largué de mi boca un ¡QUE NADIE ME MOLESTE!. Pero entonces supe que no era nadie, que no era alguien, era Él: simplemente mi amigo. Ahora me doy cuenta que también mi maestro.
Le agradecí y me detuve, bajé, como si mi encuentro con Él me hubiera abierto los ojos, me hubiera despertado, me hubiera dicho cuidado, me hubiera dado un fruto nuevo, tal vez un caramelo de la felicidad.

Entonces aunque cansado salté de alegría, más cuando me frenó y no me dejó seguir adelante, en realidad sí me dejó (pero me terminó convenciendo).

Más cuando su aparición sorpresiva me dio la llave para el no suicidio.

¡Más cuando me perdonó! 

domingo, 9 de febrero de 2014

ni de amores.

Solía caminar pensando en lo que haríamos, por supuesto esta vez ni lo intenté (ya habías decidido lo peor: abandonarme). Entonces me atreví a pensar en qué había pasado, en si había posibilidad de que pudiera algún día volver a verte; por lo menos una sola vez (necesitaba tu compañía). Bajé las escaleras rumbo al subte "B", donde solíamos descansar en busca de un lugar nuevo, distinto. Y otra vez sufrí al ver que tu silueta no estaba al lado mío, sufrí porque podría haber dejado de pensar y no lo hice, te quería tanto. De nuevo en ese subte sin tu presencia, otra vez lamentándome, preguntándome por qué te había dejado ir. Pero volvía a mi cabeza la misma idea: "te fuiste sola, no pude hacer nada, absolutamente nada".

En ese momento raramente apareció alguien, otra alguien (no vos). Creo que mis ojos brillaron, como en una película de enamorados. La supe distinguir entre la multitud, a pesar de que ya había pasado mucho tiempo de su última visita a mi casa. Se llamaba Eugenia. Tenía el pelo rubio y enrulado, esta vez no llevaba anteojos (claro está, hubiera apostado que usaba lentes). Al instante me hizo un gesto de "guaauu", supuse que recién me veía (no estoy seguro de que no me haya visto antes). Sonreí casi con esfuerzo, mantuvimos una conversación bastante poco interesante (cómo había estado, qué había sido de su vida, qué estudiaba, no más). Traté de no recordar sus defectos, pero me gustó mucho acordarme de ella como solidaria, perspicaz, rápida y confiable. Ahora entendía que necesitaba encontrar a alguien, que yo necesitaba viajar con alguna mujer mientras tomase ese subte paupérrimo.

No me quise ir de su lado no sólo por curiosidad sino también para estar con alguien. No discutimos (la tarea que habíamos acostumbrado a realizar juntos), esta vez el momento fue sereno. Pero quisiera contarte quién era, de dónde la conocía.

Tal vez no te interese, tal vez sea hora que desparrame estos libros de cursilería y grafique un plano para ir a buscarte. Tal vez el momento ideal para encontrarte sea éste; y yo acá, escribiendo sobre una mujer que no entiende ni de letras, ni de mayúsculas, ni de aforismos.

ni de amores.

viernes, 24 de enero de 2014

Pero no lo siento

No te merecías mi atención, probablemente nunca tendría ni siquiera que haber mencionado tu nombre: no lo merecías. Pero ya es algo tarde, esa codicia de olvidar y vivir me retumbaba en la cabeza; porque para poder vivir feliz tengo que olvidarte ¿no? Pero esto mismo pensaba antes de empezar a escribir, ahora me doy cuenta de cómo me hacías falta. Pero… ¿Quién eras? ¿Por qué me engañaste? Te necesitaba. Ya no estás, ya te fuiste y lo acepté. Ya cambiaste de vida, de rumbo, de camino. Lamento decirte que te equivocaste y te repito: “nadie extraña el agua hasta que el pozo se seca”. ¿Ahora lo entendés, verdad?
No me extrañes, por favor: ya no tendrás oportunidad de volver a verme, ni de sentir mi perfume al lado tuyo, ni de pedir que mis brazos rodeen tu cuerpo. No. Ya todo terminó. Todo llegó a su fin. Y terminamos.

                     y terminamos…

jueves, 13 de junio de 2013

Mi mejor amigo

Siempre quisimos tener ese amigo que nos apoye, que ante las dificultades no pare de decirnos tácitamente: "Aquí estoy". Aunque como todos tenga defectos y "desvirtudes", lo debemos amar porque está ahí cuando más lo necesitamos. Porque si hay algo que aprendí en la vida, es a perdonar.
Me di cuenta lo difícil que es ser un buen amigo, y ese amigo, ese gran amigo te acompaña siempre y no te pide mucho a cambio, sólo que lo valores como tal y (en alguna medida) que valores el esfuerzo que está haciendo. Porque quien ama desea esperar lo mismo a cambio, es natural del ser humano, porque sino el esfuerzo no valdría.
También aprendí que ser amado es fruto, pero lo importante es la semilla, la raíz: amar. Cuando este verbo se hace presente en nuestra rutinaria (aunque un poco en algunas circunstancias monótona) vida, nos damos cuenta del sentido de la misma; por qué estás acá, por qué está acá y por qué estoy acá.
Ese silencio es deprimente, pero cuando es bien aprovechado siembra sus frutos.
Un verdadero amigo es oro, pero que no nos decepcionará, ese oro ferviente que está siempre al lado tuyo, ese amigo que apoya su brazo en tu hombro en señal de compañerismo, de hermandad, de ayuda, de tranquilidad, de "no te preocupes, estás conmigo".


martes, 14 de mayo de 2013

Frenesí!!

Cómo me gustaría saber a qué o a quién te referís cuando escribís, a veces me siento cansado o no cansado pero confundido, muy confundido; porque me generás una aporía imposible de resolver o al menos de inventar una respuesta plausible y lógica para semejante frase inconclusa. Pensando qué hacer llegué a la conclusión (otra vez) de no abandonar o de abandonar temporalmente, acción que realizaría si quisiera perderte por completo. Me acuerdo, aunque en vano, de aquella vez que inventé una historia que se asemeje a nuestra o a mi realidad con respecto a vos (porque a veces pienso que sólo yo estoy intentando entrar a tu vida, y no encuentro respuesta alguna), no fue más que un espejismo, un reflejo de lo que tendría o tiene que pasar ahora. Entonces entendí que la palabra la tenemos nosotros y por lo tanto nosotros tenemos que perfeccionarla, eso que creé no fue más que un pasado bohemio, ni menos que una explicación de qué tengo que hacer, pero ese escrito quedó obsoleto y no tiene sentido alguno seguir mencionándolo. 
Pero ¿qué es lo que yo siento? frenesí. Esa palabra ambigua que no declara más que no serenidad o ambición y euforia, es la precisa y esencial para identificarme en este momento. Quiero algo, no sé qué o sí lo sé, pero lamentablemente intuyo que el viento se lo está llevando a donde nadie sabe, o sólo sabe quien menos tiene que saberlo... 

"...sólo sabe quien menos tiene que saberlo..."

lunes, 13 de mayo de 2013

"...o me lo merecía"

Marchaba a paso lento cuando yo me escapé, hundido en una mezcla de indolencia y falta de compromiso, era una mezcla jugosa del verde y el azul, ¡sí! esos colores que nunca se mezclan. Me preguntaba dónde iría a parar, si caminar en línea recta era una opción viable para llegar o sólo caminaba, caminaba y pensaba. Entonces descubrí que no estaba solo o no lo estaría próximamente, no importaba cuán rápido caminase, si tarde o temprano encontraba su tesoro, estaría todo ahí, en ese momento y en ese lugar, por eso estaba tan bien vestido. ¡Es cierto! por más que lo critique nunca puedo negar lo elegante que estaba, lo comprometido que era con llegar bien a ese lugar y encontrar, de manera ardiente y ganadora, a su (de nuevo) tesoro. Él caminaba, yo mientras trataba y trataba de no pensar mal, analizaba si había alguna cualidad de admiración en él, pero no la encontraba. 
Es difícil describir qué ocurrió en esta partícula de segundo. O se chocaron voces, o se chocaron ideas, o alguna vez no vi nada igual o no podía comprender qué ocurría ahí, o yo estaba solo y no entendía por qué, o mi subestimar había alcanzado los límites más altos, o me lo merecía. Tal vez esa vez caía en la cuenta de mi vanidad, de ese sentimiento de apatía, de dejadez, simplemente porque yo era buscado por quienes "me querían" (y nótese que ahora lo puedo escribir entre comillas).
Nada pasó, nada pasó, nada pasó y si querés te explico lo que no pasó. No pasó que encontró a quien buscaba, pero sí la encontró porque buscó.
Yo también puedo buscar, vos, ella también, ahora veremos y pensemos...


¿Quién encuentra realmente a esa persona que lo hace feliz?

miércoles, 8 de mayo de 2013

¿Te acordás? es tu elección

¿Podrías decirme que es lo más lindo de ir? ¿Podrías mentirme, discutir y llorar al mismo tiempo? Es algo que nunca entendí. ¿Podrías pedirme que me quede? ¿Y si lo haces crees que producirá tal efecto en mí?. ¿Crees en la magia? Porque yo no, pero sí. Creo en un mundo mágico, maravilloso, un mundo irreal pero que puede parecerse real si estás a mi lado; pero no creo en la magia, no, realmente no. Confío en vos, confío en que no me defraudarás, y tengo la esperanza de conocerte mucho, aunque poco, y miro el  futuro y sonrío, pero lo hago sin saber por qué. Te veo en mi futuro como estrellas que brillan y me alegran el día, me veo en tu futuro si éste tiempo ideal se llegase a concretar, aunque en realidad no veo por qué no. Y bajaría la cabeza en forma de reflexión, para mostrarte que no miento, que no me miento ni a mí mismo ni a vos. Que no te engaño. Ese futuro ilusorio se dibuja en mí como aquel día cuando te conocí. Ese horrible papel que tuve que tomar mostrándome seguro, esas lágrimas que no dejé caer al enterarme de la peor parte de tu hermosa sonrisa. ¡Sí! esa sonrisa que parecía encantadora y lo es, pero lastima al caer en la cuenta de a qué se refiere. Ese aburrido silencio y esa horrible charla que no tenía ni pies ni cabeza, y para decirlo más cordial: ni muslo. Pero crecí, creí y reí. Maduré y entendí lo que tengo que hacer, pero ya no tiene validez escribirlo, ya no quisiera emplear ese gusto metafórico. Ya no, pero tampoco quisiera dejarlo literalmente escrito, sería también abrumador. Entonces lo dejaré a tu criterio, al criterio de ella o al tuyo. ¿Te acordás? Antes hablaba de ella o vos, en mis escritos me refería a las dos y a alguna de ustedes, pero ya todo cambió (como dice la canción), y cambiamos. Entonces es hora de que vos decidas si dejarme, buscarme o perderme.

Y otra vez la pregunta tal vez retórica ¿ella o vos?, es tu elección.

martes, 9 de abril de 2013

ÉSA ES LA VERDAD...

Antes de decir "adiós" te diría "hola", porque horribles ideas como oscuridad, tiniebla, muerte, temor, infelicidad y cualquier cosa que se le parezca desaparecen cuando estás presente, desaparecen y no vuelven, me importa tu presencia y estar con vos, únicamente eso. Por lo menos yo creo que éso es lo más importante, tu rostro hace que aparezca mi sonrisa, a pesar de yo estar, como dije, en situaciones frías y tenebrosas. A veces busco encontrarte tan solo para verte y estar con vos y en ese momento me doy cuenta que me terminarías alegrando el día, aunque en ese lugar haya odio, rencor u olvido. Ya lograste mezclar ese pedazo en mi vida, ese pedazo tuyo y sólo tuyo que te hace única, te hace especial y feliz. Lo dejo escrito acá, estoy seguro que ése es simplemente tu punto, éso mismo es lo más importante que hay en vos y realmente nunca lo voy a negar: Sos feliz, MUY FELIZ.

martes, 26 de marzo de 2013

Me desafío una vez más

Te espero otra vez allá, donde ya sabés, para encontrarte. Me desafío a no fallarte, me propongo estar y estando poder verte. Me desafío por vigésima vez a seguir el camino y no mirar atrás, y me pregunto si existe esa extraña posibilidad de que algo de lo que escribís me tenga como destinatario. Me desafío a encontrarte, me desafío a vencer ese aferro al orgullo y salir alguna vez de mí mismo. Y tengo que encontrarte o encontrarte, amarte o amarte, no tengo otra posibilidad ni otra idoneidad porque realmente te amo y no te quiero fallar más.
Y entonces me vuelvo a preguntar y pensar:

¿Sirve seguir escribiendo
y torturarme con las palabras?
¿Sirve esperar a tal punto
que el filosofar encontrara
una respuesta tan capciosa
que por cierto es tan deseosa?

domingo, 24 de marzo de 2013

Uno más del montón

En verdad me estoy dando cuenta que esto de ocultarme me está jugando en contra. Pretendo ser quien no soy, me desilusiono, fallo, vuelvo a intentar, pierdo y pierdo otra vez, como siempre. Hago caso omiso a tus indirectas y me enojo conmigo mismo, soy un inmaduro que no puede sobrellevar una conversación decente y se estanca en la sonrisa de esa persona especial que alguna vez no consiguió conquistar pero está intentando hacerlo. Esa tonelada de preguntas remotas, esa obsesión que termina en cero simplemente por no acercarse, simplemente por esa estúpida razón. Y sigo teniendo esos sentimientos que sólo me surgen al verte, pero finalmente me destruyen recordándome que soy uno más del montón, y no el único, como llegué a creer alguna vez. Mil preguntas que tal vez me arruinen, una frase que tal vez sea exterminadora; todas estas ideas saltan en mi cabeza al intentar hablarte pero nunca cesan. La virginidad de la charla que no perdí también conspira contra mí, está jugando en mi contra pero no puedo evitarlo. Y una de las últimas cosas: Escribir con letra chica pensando que esta entrada cambia algo, pensando que es original pero en realidad te debe sugerir aburrimiento como cualquier otra; pero yo sigo haciéndolo porque me gusta y tengo esa vaga esperanza que todavía no perdí. De nuevo pienso y escribo en vano, soy uno más del montón que quiere algo con vos, y no debo ser el indicado. Aunque te propongo que me oigas y me perdones por esa vez que no te escuché, por esa otra que te decepcioné y por esa y otras miles que surjan del breve cambio de palabras. Pero realmente te suplico con todas las fuerzas que no me pares de escuchar, que no pares de entenderme y ser comprensiva; tengo mucho más que ofrecer, cada uno tiene una historia detrás de todo cuerpo iracundo, y yo también, tengo la mía.

¿Ella o vos? Tu decisión

Nos habíamos conocido, habíamos nacido en un ámbito de solidaridad y compromiso. Pero después, ¿Qué pasó? Empezó nuestra vida, comenzaron nuestros temores y mi introspección ya no era bien vista, a tal punto que llegué a creer que moriría. En definitiva mi sutil mirada y todas esas locuras que ideaba para luego terminar en nada, habían sido una muestra de inquietud, un estorbo. Esas palabras que no empleé en el momento exacto para después arrepentirme, y ese rostro que no vi, ese semblante tan bello que esquivé cuando estaba avergonzado. "¿En qué terminará?" Pensaba, pero rápidamente una voz reprimía mi ansiedad diciéndome que permanezca tranquilo, que Dios está conmigo y que todo será mejor, de alguna forma u otra. ¿Quién me sacará las dudas que tengo? ¿Ya pensaste en eso?. Y paralelamente a esto necesito que ella o vos, siempre igual (El dilema de las dos personas), ella o vos me acompañen, necesito que alguien redima mis errores pero quién lo haga deseo que sea comprensivo. No necesito... no me serviría esa persona castigadora, ese rey crucial que sólo humilla, como me viene pasando, necesito a alguien en la vida que me ayude en este mundo tan complejo, y que entienda o entiendas que esta vida, corta o larga, la quiero vivir con ella o con vos, dependiendo de sólo una cosa: Tu decisión.

jueves, 21 de marzo de 2013

Tuyo

Esto no es una metáfora, y aunque esta entrada provoque cierta duda voy a evitar por primera vez las metáforas, códigos y cualquier clase de hermetismos que siempre empleo sin ningún tipo de freno. Coloca o emplea-remos la palabra tuya como un punto de reflexión. "Tuya": La paz es tuya, la suerte es tuya, la voluntad es tuya y la confianza es tuya. Y no estamos necesariamente estudiando, repitiendo tantas veces "tuya", los pronombres posesivos, aunque realizaría un cambio en la palabra "tuya" y diría "tuyo". El tiempo es tuyo, el temor es tuyo, el cambio es tuyo, el rencor es tuyo y el orgullo también, aunque no lo veo ni lo quiero ver. Entonces el desafío es tuyo, el camino es tuyo y sólo tu y yo entraremos en él, porque seré tuyo, sólo tuyo, o eso espero.

lunes, 18 de marzo de 2013

Indecisión - cuando termino de escribir

El tiempo se daba de manera ambigua: decidía viajar y no viajar, pensar en la catastrófica idea de insistir en algo cuyo final era todo lo contrario, nada bueno y contraproducente. Entonces siempre volvía a esa remota idea de escribir, pero siempre con indecisión sobre algún tema, por eso escribía y escribo. Llegué a pensar que la mejor manera de enfrentar los temas era escribiendo. Pero después me di cuenta, estaba y estoy gastando tiempo haciéndolo, aunque me encanta, en definitiva me olvido del problema porque ya quedó redactado en una página Web y ya pasó a la historia de mi vida, dejando el dolor atrás, y eso es malo pero es lo que ocurre cuando termino de escribir una y otra vez sin previo juicio. Pero es verdad, esa loca idea de cerrar el blog se debía prácticamente a eso: Guardaba mi información personal en un scroll de 10 entradas, pero después dejando esto en Stand by, porque ya lo había publicado. Y ahora entiendo, la indecisión es simplemente mi indecisión o la tuya, mi reunión eludida o la tuya. Pero no de ambos, porque los dos no elegimos erróneamente, alguien llegó a la conclusión correcta. Entonces empiezo a creer y darme cuenta, ahora sos vos, o soy yo el equivocado, pero ahora descifro, en parte, la respuesta: La indecisión, es la única palabra que no compartimos, o no podemos compartir.

viernes, 15 de marzo de 2013

Una etapa diferente

Cambio de ámbito y empieza otra nueva etapa. Aunque estoy con miedo pero no sé de qué, aunque llueven flechas y se me haga difícil esquivarlas porque no estoy preparado. Empieza ese mundo idílico que alguna vez no tuve oportunidad de imaginar, aunque ahora surjan miles de preguntas en mi cabeza. Y no pueda lidiar contra estas hostiles reflexiones pero enfatizo la petición de sólo un sueño, un deseo, que vos, leyente, ya sabrás perfectamente a qué me refiero. Un mundo fuera de lo común provoca cierto entusiasmo en mí para empezar esta tan mencionada nueva etapa. Una y otra vez me refiero a mi futuro, pero ahora quiero volver a mencionar algo, aunque estoy seguro lo tenés en claro: Quiero un mundo con vos, un futuro con vos y sólo vos. Entonces bien me desempeñaré en cambiar de rumbo, escuchando consejos y motivándote, amándote, esperándote, hasta finalmente estar junto a vos.

jueves, 14 de marzo de 2013

Pursuit

En mi búsqueda desesperada siento que corro varios riesgos, encontrándote y no haciéndolo, hasta morir sin tener completa certeza si se hará realidad mi sueño, aunque es cierto, todavía hay cierta probabilidad a mi favor. Fatalmente oseo mis pensamientos pesimistas aunque horriblemente me dolerá enterarme de lo que no pude hacer. Y mi blog es patético, en verdad es como un dialelo incoherente que parece que su única tarea es decir siempre lo mismo, aunque tal vez encuentre una respuesta y, aunque absurda, al fin yo descubra lo que pretendo o busco. Ahora bien, si me seguís hace un buen tiempo y llegaste a esta entrada y estás leyendo esto, y ahora estás decidiendo parar de seguirme; te aseguro, lo intentaré, mi personalidad es fuerte pero se deteriora rápidamente, escribiré cosas nuevas, lo haré, o al menos eso creo.

domingo, 10 de marzo de 2013

If you were only mine...

Ayer entendí, pero no entendí. Dudé pero estaba totalmente seguro y confiado de mí mismo, ahora acabaríamos separados pero siempre habría un cumplido, estaremos siempre debajo del mismo cielo, en el mismo universo, los dos. Pero obviamente no me conformo con eso, esta imagen sería hermosa desde mi punto de vista solamente por hablar de lo que yo vivo ahora. Lo que quiero decir es que no es ningún encantamiento, es obvio, simple, pero frustrante pensar que para hablar de nuestra distancia hay que ser tan pesimistas. Es como rodar por diversión en un suelo donde más adelante te esperan espinas, o vacío. Reír simplemente porque no queda otra opción, y verdaderamente es decepcionante. Llorar en medio de mil preguntas que te retumban la cabeza, y pensar que lo hacen para ayudarte, pero en ese momento querés estar solo, pensar y todavía llorar más, si es el caso. Esta vez seré yo quien tome la iniciativa, y perdón si soy molesto, y perdón si soy muy lento y me aferro a mis sentimientos. Entonces me disculpo tal vez por vigésima vez por ser tan pesado. Pero ahora elijo y entiendo porque no me queda otra opción, y éste era el punto donde quería llegar, no me queda otra opción y lo deberías saber. Elijo ser feliz y hacerte feliz pero nunca decepcionaré tu maldito pasatiempo, me escandalizaré yo mismo si no logro lo que me propongo. ¡Porque no es sólo una tarea más de mi vida! ¡Porque vale la pena intentarlo! ¡Porque me enamoré de tu personalidad, y no lo puedo evitar! Entonces me río y lloro, pero no encuentro un punto medio, tengo calor y me abrigo para estar más seguro, para estar completamente seguro, ¡Sí! que alguna vez serás mía y sólo mía.