viernes, 24 de enero de 2014

Pero no lo siento

No te merecías mi atención, probablemente nunca tendría ni siquiera que haber mencionado tu nombre: no lo merecías. Pero ya es algo tarde, esa codicia de olvidar y vivir me retumbaba en la cabeza; porque para poder vivir feliz tengo que olvidarte ¿no? Pero esto mismo pensaba antes de empezar a escribir, ahora me doy cuenta de cómo me hacías falta. Pero… ¿Quién eras? ¿Por qué me engañaste? Te necesitaba. Ya no estás, ya te fuiste y lo acepté. Ya cambiaste de vida, de rumbo, de camino. Lamento decirte que te equivocaste y te repito: “nadie extraña el agua hasta que el pozo se seca”. ¿Ahora lo entendés, verdad?
No me extrañes, por favor: ya no tendrás oportunidad de volver a verme, ni de sentir mi perfume al lado tuyo, ni de pedir que mis brazos rodeen tu cuerpo. No. Ya todo terminó. Todo llegó a su fin. Y terminamos.

                     y terminamos…

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentar no muerde...