jueves, 7 de febrero de 2013

4 primeras letras, sólo eso

Isabia! Ya sabía que lo sabía! El deseo de tenerte era casi en blanco pero ahora profundo. Pero lo sabía: estaba y estoy bajo una huella imperdible, imborrable. Nunca nadie, ni mucho menos yo me perdonaría olvidarte, me perseguiría ese maldito remordimiento toda la vida. Yo estaba apagado, pero gracias a Dios hoy estoy vivo y latente, buscándote, trazando un mapa, una pista. Y en cierto modo siempre caminaría hasta ese lugar, donde ya sabes, para buscarte, y no dejarte escapar...

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