Soy solo yo y yo solo soy

No puedo evitar la ansiedad del pasado, los recuerdos del futuro. No quiero ni pensar en lo que no me puedo imaginar, o en lo irreal del profundo e inevitable mañana. Pero dejo de esperar sentado con paciencia, a ver si llega rápido, pero esperando lo imposible. Deliberadamente todos mis pensamientos se convirtieron en incongruencias, en insalubres palabras y en hechos prontamente imposibles de alcanzar ya que soy solo yo y yo solo soy el dueño de mis pensamientos, aunque sin antes haber sido analizados por Dios.