viernes, 19 de abril de 2013

Tautología

¿Levantarse otra vez temprano? Todos los días temprano como el ratón en el queso, nunca se sacia. Y levantarse para hacer siempre esta o aquella actividad, siempre a esa hora, pero nunca cambia de actividad, nunca cambia la hora, nunca es "otra" hora, es esa, siempre esa. Abrigarse al desayuno a las 6 am cuando a esa hora habría que estar tranquilo en la cama, y ni pensar ya en el sueño porque es costumbre, porque es rutina y ya no hay otra opción, es así y ¿Qué vamos a hacerle?. Pero esto nos domina, es subconscientemente una droga o algo que lo practicamos sin saber que nos mata, que tal vez sea drástico, exageradamente hablando. Nos olvidamos de la vagancia, debemos cumplir con nuestro trabajo o cualquier motivo para tener que levantemos temprano. Por otra parte, ¿Quiénes somos? ¿Esclavizados que llevamos a cabo una rutina? ¿Se llama esclavizado al que no tiene vacaciones? NO, se llama trabajador. Entonces ocurrió lo siguiente en la vida de él, de ella, mía o tuya. Nos empezamos a levantar a las 7 am, días después nos acostumbramos a despegarnos de las sábanas a las 8, luego a las 9, y después fue variando. ¿Qué ocurrió? Fácil, ¿Desesperante? Un poco, pero fácil, estábamos de vacaciones: matamos a la rutina.

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