martes, 28 de mayo de 2013

El destino ríe desde su gran trono de incertidumbre

No iba a escribir, otra vez no iba a escribir pero lo hago porque me motivan los comentarios; sí, esos pocos comentarios que tengo pero siempre cae uno más, otro que me grita otra vez: ¡No pares!. A veces pienso que es todo ideado, pareciese que me llega un comentario cuando ya estoy llegando al 100% de certeza que mi blog no sirve. Simplemente me motivan, estoy tan eufórico, parece todo tan romántico y sensacional que no puedo contestar con una simple sonrisa a un llamado tan hermoso, o tal vez no es para mi o sí, pero ¿pierdo algo intentando?, no creo. Es cierto, soy bastante cabeza dura, pero vuelvo a intentar porque quiero llegar a la verdad, quiero conocerla, entender qué pasa y qué no pasa con vos, quiero llegar a entenderte de una vez por todas (si todavía no te entiendo, si mi suposición fuera errónea).
Y no tengo nada para decir, nada más útil, sólo quería no perder la constancia de escribir (otra vez) nada.

1 comentario:

  1. Anónimo6/01/2013

    “Mi amor por “él” es tan grande que está por encima del dolor de la ausencia. Me basta saber que existe, que siente y recuerda en algún rincón del mundo…” “…te lo digo --personalmente" -Así escuché decir alguna vez a “alguien”.

    ResponderEliminar

Comentar no muerde...