domingo, 10 de noviembre de 2013

who m?

Pintaba el paisaje con sus propios ojos, no permitía que nadie lo molestara. Estaba concentrado en esa hoja de Dalí que tenía mucho para decir (él insistía). Gritos por detrás convertían su trabajo arduo, más difícil todavía. Pero el seguía pintando con sus ojos, no paraba de seguir la imagen y dibujarla a su gusto. 
A las sacudidas de brazo que recibía por hora les daba vuelta la cara, les cortaba el rostro, y más allá (de alguna otra persona inquieta) retumbaba el sonido: "es como luchar contra la pared, dejalo". 
Hasta que no terminaba de pintar esa imagen de Dalí, (y pintaba sólo mirando), no escuchaba a nadie sino para comer y dormir (a su subconsciente, en última instancia).
Había que apurarse y aprovecharlo hasta que se ponía con otra pintura. Porque cuando otra pintura distraía su atención, él ya estaba concentrado en eso otro. A pesar de estos momentos era un buen hombre en él pueblo, todos lo querían. Dicen que algunos le tenían lástima, no sé.

Su artista favorito era Dalí, no lo dejaba tranquilo; lo hacía levantar de su tumba únicamente para excusarse: le decían orgulloso a este otro, lo confieso, por eso nunca yació tranquilo.
No sé qué pasó luego, yo me fui del pueblo. No terminé la novela, no sé el final.

Dicen que murió pintando, dicen que murió en el anonimato, dicen que falleció en el manicomio.
Sólo me acuerdo de su reacción al irme, yo lo admiro, por eso no lo dejo... (en mi mente sigue vivo), 

Lo quiero como a un padre, pero no lo entiendo

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentar no muerde...