martes, 12 de noviembre de 2013

último nivel

Sol! era eso lo que no me dejaba ver. Tan claro que espantaba, lo detesto y lo detesté siempre. Pero ese día tenía algo en particular, te pido perdón si no terminás de leer. El pasto... ese olor a fresco y recién cortado: inexplicable.
Ahora me pregunto si el orgullo me habría dejado una enseñanza, el último nivel se terminó y me quedé con los brazos vacíos. ¿Bastante amargo, no?. 
Te cuento que el primer nivel lo inicié con el pie derecho (esperando que así fuera todo), continué entre dudas y azares, pero lo que más me conmovió fue verte llegar.Ya pasé lo fácil; haber creído en su momento que el futuro (ahora) sería mejor, fue un simple pensamiento positivo, una simple defensa contra mí mismo que logró hacer que mis días se tornaran menos densos. Pero no era una suposición verídica, ahora que estoy pisando el presente, lo sufro. Último nivel: el más difícil dicen.Ya había dicho, tiene algo especial este nivel, yo creí que no llegaría, que ganaría antes, pero no ocurrió así, de hecho podés verme estancado en esta horrible pesadilla. Dicen (si mal no recuerdo) que después del último nivel no se puede jugar más, que termina todo. Es cierto que en algunos casos se pueden repetir los niveles, pero ya se tornan aburridos (nada novedoso). En este caso no, no hay una posible repetición: lo hecho, hecho está. Si me permitís distraerte, te voy a comentar que todo empieza otra vez. ¿No es, acaso, que aquel que abandona su carrera siente el mismo golpe a su orgullo (como de púa)?. Te confieso que es similar, empiezo algo distinto, escribir para relajarme y liberarme está bien; pero no para la misma persona, ya no más.

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