martes, 24 de diciembre de 2013

Esa basura que permaneció

No doy más. No te imaginás, no te das una idea (eso creo) de lo cansado que estoy. Simplemente el pensar me está lastimando, me está haciendo transpirar, me está matando. Al menos conseguí estar de pie una vez más; probablemente ni yo lo quiera.
Probablemente mi optimismo me esté cegando, (y leíste bien, y escribí bien). Probablemente mi alegría me haga sufrir (y leíste bien y escribí también). Supongo que mi buen humor no podrá ser destruido: no debería poder ser destruido por alguien tan egoísta.
Te cuento entonces, que por eso no me alarmo más, que por eso te abandoné; que por eso estoy dejando de pensar en vos, y por eso te estoy olvidando. Esta es mi última entrada (what?), que habla sobre vos, porque ¿para qué escribir sobre alguien tan ''¿nada?''?.
Así que esto ya es basura, esta entrada podría llamarse: "La entrada que no eliminaré". O mejor aún: "La entrada que habla de vos (la entrada basura), que nunca eliminaré, que nunca desecharé. Esa que quedó con vida (sin motivo aparente)"

1 comentario:

  1. Anónimo12/25/2013

    No sé quién escribe, pero aquí estoy de lector. Pero, hablando por mí, me hubiera gustado que me dijeran esto así como se ha escrito aquí, porque me lo merezco o porque no, porque a veces, simplemente, decir las cosas es suficiente. Olvidate de “vos”, porque lo merece o porque no, sólo olvidate.

    ResponderEliminar

Comentar no muerde...