jueves, 10 de enero de 2013

La alegórica esperanza, perdura

Había algo extraño en ese lugar, era una casa abandonada, un espacio inhóspito para refugiarse allí mientras lloviera. Pero además de feo, sucio, vuelvo a repetir, era estrafalario, tétrico, disgustante. Era de esperar que cuando terminara de llover volaríamos (en sentido figurado) a nuestra cabaña, que por supuesto estaría muy lejos de allí (Nótese que por esa razón acordamos "guarecernos" dentro de esta pocilga). La casa abandonada se caía abajo, el piso crujía como protestando que nuestro peso haga fuerza contra él. ¿Ventanas? ¿No había? Es cierto, no había, también escaseaban las ventanas. Entonces te imaginarás que este suceso despertó mi desesperación, y mi mal carácter (Cuando antes, cuando estaba invadido de vanidad, mi desesperación no llegaba a formarse, y con esto les mostraba lo valiente que era caminando a paso de tortuga bajo una lluvia torrencial)
Por cierto, mis esperanzas de llegar rápido a la cabaña y terminar de una buena vez con el hambre decayeron como piedras cayendo por un precipicio, cuando escuché que deseaban instalarse en esa casucha.
En ese momento me acordé lo que sufrían mis sobrinos todos los veranos cuando salían de vacaciones, y recorrían, haciendo caso a las protestas de mi hermana, toda la "selva" bajo la lluvia.
Me acordaba de ellos y los recordaba con melancolía, ellos habían muerto, bajo la lluvia, congelados, habiéndose perdido meses antes en la selva en busca de comida. Nunca había llegado a tal punto de perdón y de arrepentimiento, nunca mis sobrinos me habían importado nada, pero ahora los extrañaba como si ellos alguna vez fueron todo para mí. Me agarré la cabeza con las dos manos y la golpeé bruscamente contra un banco de madera situado cerca de la pared, estaba avergonzado de mí mismo.

Esto fue lo más importante de mi vida, que me hizo cambiar como persona y pasar más tiempo con la gente que de veras me preocupa. Así que, mi sufrimiento como persona sirve para por lo menos una cosa, dejarles la siguiente moraleja:

En los lugares más extraños, cuando antes pasamos discordias y peleas para llegar allí, donde lo único era pensar en volver al hogar, en este momento más cruel, cuando menos esperamos tener recuerdos emocionantes, aquí y ahora podremos revivir por dentro, liberarnos de lo que nos encadena, tenemos lo que más queremos, a nuestros seres queridos, quienes estarán en nuestra futura vida (desde el amanecer hasta el anochecer, cuando moriremos). Nunca había imaginado que en ese instante, resucitaría...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentar no muerde...