martes, 29 de enero de 2013

pero el esfuerzo es valioso

A veces pienso, en lo que de veras me concierne; a veces pienso, y me hago drama por eso. Y entonces entiendo, lo que antes no había entendido y respiro nuevamente y vuelvo a respirar. Los verbos que uso son cotidianos ¿no? Bueno, ¡en este caso no! Pienso profundamente, y la pregunta "¿Por qué?" me vibra en la cabeza, no la puedo tachar, no la puedo borrar. La idea que me hice alguna vez se convierte en importante, en fastidiosa y repetitiva. Aunque no parezca posible la trato de derribar y no puedo, la trato de apartar y regresa. En este momento actúo con frenesí, si alguien hace apenas una breve mención, ¡No lo soportaré! ¡No lo puedo soportar!. ¡Ideas! ¡Ideas! ¡No más que ideas! Resurgen en mi cerebro, y se convierten en un extraño delirio que jamás apareció. 
Y en esta triste historia, en este simple momento, sobre esta colosal mentira e idealismo. ¡Con este final! ¡Producto del eufemismo que apareció cuando mi mente comenzó! En este momento aparece tu persona, tu semblante, tu paciencia. Y no dejo de pensar en vos, pero es algo bueno, que me hace bien, que me hace estar vivo. ¿Dónde te encontraré? Todavía no sé, me gustaría saberlo, ya le pediré al Señor, necesito de alguien, necesito de vos. Aunque apenas respiro, estoy herido, pero esperanzado, seguiré pensando en vos, rezando, y lógicamente me gustaría alguna vez poder sanar mis heridas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentar no muerde...