martes, 26 de febrero de 2013

El destino

Ellos actuaban otra vez pero seguían bailando con la música a todo volumen. Intercambiaban miradas breves pero profundas y seguían haciendo lo que hacían. Ella y él se miraban todo el tiempo, preguntándose por adentro qué estará pensando el otro o la otra de él o ella, respectivamente. Pero aunque se intercambiaban sonrisas y miradas, no se acercaban, estaba cada uno completamente aislado del otro. Ya con un poco de vergüenza por las dos partes empezaron a evitar mirarse, tratando de que desaparezca esa unión recién creada solamente por las miradas recíprocas. Ciertamente la monotonía del show hubiera sido agotadora para ambos, pero ahora estaban concentrados en algo más interesante, en esa persona. Rato después la mujer decidió por cuenta propia alejarse de él, no parecer interesada. Total, como ella decía, no iba a terminar en nada. Por otra parte el muchacho esperaba que ella le empezara a hablar, parecían estar cambiados los papeles de mujer y varón (El muchacho esperaba y la mujer no quería nada con él, o era lo que ella creía). Raramente, como nunca pasa en la vida real (tal vez un poco en las películas), ocurrió algo desesperante, pero no para ellos. Hubo una explosión fuerte en la cocina y rápido se pudo ver que un fuego vivaz llenó de espanto la habitación. Él necesitaba esconderse en la habitación contigua a la sala del incidente, no saldría rápido porque necesitaba buscar un par de cosas que había llevado a la fiesta: "Si vamos a abandonar la fiesta, yo no me voy sin mis cosas" pensaba. Cerró la puerta para acurrucarse en sus pensamientos y apartar de sí esos ensordecedores sonidos onomatopéyicos que provenían de afuera, pero sin casi poder creerlo se encontró, mágicamente, se encontraron él y ella. Los dos habían tenido la misma loca idea, the fate los había llevado a los dos a la misma habitación y ambos querían eso. Sólo para conocerse, es cierto, pero mientras los demás corrían como ratas asustadas, ellos estaban solos en esa habitación. Previamente se habían querido apartar, ¡Es cierto! Pero parecía que estaban hechos uno para el otro. Ella tenía que estar con él y así sucedió...

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