domingo, 31 de marzo de 2013

Martirio

¿Quién fue mejor que el que dio su vida? Esta persona sintió plenitud interior aunque destrozo externamente, en realidad tiene que ser muy feliz y valiente, ama a tal punto que entrega su vida por ello, ¡increíble! Todo un ejemplo, lo hace todo por amor, no hay otra explicación. ¿Quien sufrió las causas en su entorno? ¿Quién ha tomado tal increíble decisión y dejó todo su amor en manos de su compañero?. Entonces, ¿Quién ha dado su vida por apoyar y defender siempre el pedido de Cristo? El mártir, el gran mártir, el hombre tan piadoso que amaba al Señor. ¿Se imaginan la soledad muriendo de esa forma espeluznante?, todo por haber aceptado lo que Dios quiso transmitir. Realmente no te imaginás cuánto los admiro, realmente no me imagino yo estando en esa situación límite. Ese amor y agradecimiento por la vida, ese gran sacrificio por amor, y esa realidad que hicieron los mártires, que por cierto con esto se ganaron el cielo, obviamente. Que han amado a tal punto al hermano y han seguido esa palabra de Dios: "Ámense los unos a los otros, como yo los he amado", y tienen como lema la siguiente frase: "No busquen recompensa en la Tierra cuando alguien ha cometido una injusticia u ofensa contra ustedes, sino búsquenla en el Cielo". Esa libertad de elegir y aún así elegir lo mejor y más correcto, el camino que Dios te ayudó a seguir, pero lo hizo porque vos quisiste aceptar su ayuda, porque vos quisiste estar con él, simplemente por eso. ¡Qué horrible y desesperante encontrarse, por ejemplo solo, en frente de un pelotón de fusilamiento! ¡Qué desolación e impaciencia, ni siquiera se puede pensar en estar tranquilo en tamaña situación! ¡Qué ironía tan horrible! ¡Pensar que hay gente capaz de sacarle la vida, el amor, la libertad a otra persona, únicamente por caprichos personales, por odio, o celos, realmente inconcebible!.
Y ahora pensemos una vez más en todos los mártires que sufrieron por amar a una persona, porque se enteraron que los amó hasta dar la vida, y quieren devolverle de a poco el amor, aunque no puedan hacerlo de manera completa. Entonces pensemos otra vez en los ejemplos de personas que se sacrificaron, esas anécdotas que alguna vez escuchamos... Y siempre acuérdense de esto: Si queremos ser populares, hagamos lo que dice la gente; si queremos ser felices, guiémonos por nuestro corazón.
Quisiera ahora mencionar a Santa Magdalena de Nagasaki, a quien admiro muchísimo por su paciencia y tranquilidad, aunque sufriendo, a la hora de su muerte. Era una muchacha de familia noble, la halagaron tanto y rechazó tanto esos halagos, tales como: "Eres de familia noble. Joven y bella, te ofrecemos todos los bienes confiscados, y además, te vas a casar con uno de los principales señores, que te pretende". Pero ella se negaba, estaba completamente segura de ofrecer su vida al sacrificio y amaba al Señor, entonces a esto contesta: "Gracias, pero ya estoy casada, soy esposa de Jesucristo". Entonces, producto de estas contestaciones, el tribunal la condena a muerte, aunque antes dándole la oportunidad y ofreciéndole una mejor vida, ella se ofreció a entregarle todo al Señor, dando así el ejemplo a algunas personas tan desequilibradas en la vida, como yo. Entonces le aplican las más horrorosas torturas, pero ella es fiel a su sacrificio, y a los cristianos que la visitan en la jaula les comenta: "El martirio es una gloria, mientras eres torturado recuerdas la pasión de Jesús, la mirada bondadosa de María y te imaginas cómo los ángeles del Cielo contemplan desde arriba tu combate"
Poco antes de su muerte Magdalena manifiesta tener sed, entonces le ofrecen un vaso de agua, y a esto contesta: "No, no tengo sed de agua, sino de Jesucristo"

Bueno, ya dicho todo esto, les repito que recen y amen al hermano y acuérdense: Si creés que el martirio está lejos, vos estás lejos de la Santidad. 


Terminando... ¿Conocen algún martir? ¡Coméntenlo que me gustaría aprender más sobre ellos!

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