domingo, 12 de mayo de 2013

Te amo tanto, tanto, que no sabés cuánto

Tuve que pensar en algún método para escribirte, y por suerte tuve la posibilidad de elegir el mejor: sólo amándote. Es cierto, sólo demostrando verdadera y sinceramente lo que siento, ya tengo ganada la partida (o "ganada" tendría que ir entre comillas pero igualmente demuestra simulación o "aparentemente..."). Ahora vayamos al grano, supongo que entendés a qué me refiero al decir "sinceramente...", no quiero ocultar nada ni mucho menos embriagarme en una clase de hipocresía. Ya lo dije muchas veces y por eso escribo, escribo para que te convenzas de lo que soy y lo que no soy, aunque no quiero dejar expuesto nada, absolutamente nada mío en este blog, aunque suene algo extremadamente paradójico. En fin... (aunque en principio también), sólo me gustaría decirte a través de líneas manchadas de hermetismo, cómo me siento hoy en día y cómo me hacés sentir, cómo te amo realmente. Entonces sin más, aunque no pretendiendo que te guste (o sí haciéndolo) dejo la siguiente frase atascada en el final y el título de una entrada que probablemente ni tenga valor a los ojos de quién sabe, pero yo sigo escribiendo casi sin importar qué piensen, porque amo escribir y mucho más escribirte.
A continuación la frase tan mencionada, esa misma que leíste en el título:

¡Te amo tanto que no sabés cuánto!

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